Panteón

 El Melenismo es una religión Politeista que queda registrada en el ancestral libro del Teixónomicon. Hay dos tipos de dioses, mayores y menores. Como dios supremo, rey de reyes está el Tejón (Meles), es el ser físico más poderoso del cosmos, es la cabeza de los dioses mayores. 

Subordinados a él existen una elevada cantidad de dioses. Los mayores son 16; 

1. Tejón, “Meles”, soberano de los dioses, dios del cosmos y el orden,

2. Caballo, “Híppeus”, dios del comercio y de la inteligencia,

3. Perro, “Kúon”, dios del hogar y del coraje,

4. Gato, “Ailúros”, el dios de la inteligencia y el ocio,

5. Jabalí, “Kápros”, dios de la violencia y del poder físico.

6. Rana, “Bátrachos”, dios del canto y las artes

7. Paloma, “Péleia”, diosa de la belleza y el amor.

8. Conejo, “Kúniklos”, dios de la fertilidad y de los campos.

9. Serpiente, “Echidna”, diosa de los venenos y las medicinas.

10. Ardilla, “Pheroikos”, dios de los bosques.

11. Pulpo, “Helédone”, diosa del mar y las tormentas.

12. Halcón, “Hýerax”, dios de los cazadores y de la nobleza.

13. Escorpión, “Skórpíos”, dios del inframundo y de la tierra. 

14. Hormiga, “Mýrmix”, diosa de los artesanos, herreros y de los trabajos.

15. Cuervo, “Kórax”, el mensajero de los dioses, dios de los presagios y oráculos 

16. Erizo, “Échinos”, dios de la Guerra y la resistencia.

Los menores no los mencionaré aquí pues su cantidad es tanta como razas y especies existen en la naturaleza. Los dioses son encarnaciones de ciertos aspectos o virtudes de la vida. Si una persona quiere el favor de uno de estos dioses deberá hacer una plegaria y un sacrificio digno del Dios.

Πεύκη Ξανδρίου Lugar de culto a los dioses 

El fin del Imperio Antiguo y Origen de la Diarquía

 Los textos sagrados del Melenomicon describen con alto detalle cómo se debería formar la sociedad pues fue la clave para la supervivencia del pueblo de Xandrian. 

En tiempos de Xandri se formaron dos grandes familias, casi clanes. Estos se llamaron Torrenegra y Torreblanca.

Ambas fueron y son fervientes seguidores de Meles, pero de comportamientos y atributos distintos. Torreblanca se caracteriza por ser una familia erudita con afinidad a la magia y son los guardianes de múltiples ramas de conocimiento.

Torrenegra por el otro lado son dados a lo marcial y estrategia en batalla, eran los principales proveedores de soldados en el Imperio Antiguo. Ambas familias eran grandes influencias en el reino del Rey Xandri, y las luchas de poder eran cada vez más osadas.

No fue hasta el asesinato de Xandri y el avatar de Meles a manos del Impío Efialtes cuando, a falta de gobierno, los de Torreblanca intentaron hacerse con el poder aprovechando que la mayoria de efectivos de Torrenegra estaban lejos de campaña. No tardaron en imponer su dominio y a ocupar el trono de Xandri.

Años después, la ciudad prosperaba a pasos agigantados, pero el poder y la riqueza pronto corrompieron a la familia y su sueño de la utopía se convertiría en una tiranía racial donde si carecías del don de la magia no eras considerado un humano.

Fue con la llegada de los ejércitos veteranos de Torrenegra, que regresaban de las Guerras Vóreios, que empezó una sangrienta guerra el ejército por la venganza y el trono, al coste de muchas vidas el ejército de Torrenegra consiguió expulsar del trono de Xandri a los corrompidos magos, y tomaron el mando del debilitado reino.

El coste de la guerra fue terrible pero la mayor pérdida fue la destrucción del árbol de los dioses, el símbolo más sagrado, sus intentos de reparar los daños de la brutal guerra y la reparación del Pi d’en Xandri fueron en vano, pues,  abandonadas las fronteras los bárbaros, oliendo la debilidad del Imperio Antiguo, arrasaron con ella, saqueando y exterminando su civilización maldita.

Solo dejaron en pie el Gran árbol, recompuesto y con los 16 pilares que lo sujetan.

Los Xandrianos supervivientes zarparon con sus naves picudas, huyendo de la furia de sus enemigos dejando atrás su ciudad ardiendo.  Los Xandrianos optaron por una vida nómada recorriendo el ancho mar, hasta que muchas generaciones después Xandrian se reveló en sueños a los dos líderes de las grandes familias, revelando el gran propósito de Meles éstos siguiendo el mandato reunieron sus fuerzas y unieron de nuevo sus pueblos “Para elegir al líder de la familia, se creó la Gerusía un cuerpo de los más veteranos y sabios ciudadanos. Estos hombres entre otras funciones elegirían a los dos líderes.

Fue así como apareció la Diarquía, según el Teixonomicon; Asty 1:69 en referencia al estado se dice que; “Al igual que los colores blancos y negros del Tejón, de Torreblanca () y Torrenegra () serán sus lideres”.   Las dos familias crearon el Melenomicon, donde se guardaría su historia para aprender de los errores del pasado y usarlo de guía para las siguientes generaciones.

Divinidad, Magia y Muerte

Los Textos

-El Teixonomicon es el libro más antiguo en posesión de la Diarquía Xandria, Fue escrito por el propio Xandri, El tomo es muy preciado por sus habitantes, pues es el único recuerdo del reino que fueron en el pasado, narra el origen del árbol y los dioses, de la vida de Xandri y del mandamiento de Meles. 

Este libro es usado como guia espiritual pero el tiempo ha hecho mella en él, muchas páginas se perdieron, sus letras están gastadas y sus hojas están roídas por el mar y el fuego.

-El Melenomicon es el resultado del pacto mutuo que hicieron los líderes de las dos familias a la llamada en sueños de Meles, este libro reúne gran parte del conocimiento entendible del Teixonomicon y que ha sido actualizada al nuevo testamento. Su propósito es recordar su origen y no volver a cometer los errores del pasado. 

Además de ser una poderosa influencia, que llena de esperanza a los corazones del pueblo perdido de Xandri, es un buen incentivo que anima a su gente a recuperar su antiguo reino.




Panteón

El Melenismo es una religión Politeista que queda registrada en el ancestral libro del Teixónomicon.

Hay dos tipos de dioses, mayores y menores. Como dios supremo, rey de reyes está el Tejón (Meles), es el ser físico más poderoso del cosmos, es la cabeza de los dioses mayores. Subordinados a él existen una elevada cantidad de dioses. Los mayores son 16; Tejón, Caballo, Perro, Gato, Jabalí, Rana, Abubilla, Conejo, Serpiente, Ardilla, Gamuza, Halcón, Escorpión, Hormiga, Cuervo y Erizo. 

Los menores no los mencionaré aquí pues su cantidad es tanta como razas y especies existen en la naturaleza. 

Los dioses son encarnaciones de ciertos aspectos o virtudes de la vida. Si una persona quiere el favor de uno de estos dioses deberá hacer una plegaria y un sacrificio digno del Dios.

Respecto la magia

Los textos sagrados son herencia de tiempos pasados, se dice que el propio Xandri, primer elegido del Tejón escribió el Teixónomicon para llevar así la palabra del Tejón.

Los textos en la actualidad solo son una sombra de lo que fueron antaño, faltan capítulos enteros y ciertas páginas están tan desgastadas que los seguidores del Melenismo discuten sobre los contenidos.

 Pocas partes del Teixónomicon son tan debatidas como los primeros pasajes del capítulo de creación. Este pasaje altamente debatido (Creación 3:16) se puede leer de forma clara la frase;

 “Y el Tejón dijo: Nyaaah, Grrr, Hissss”. La traducción de los eruditos nos indica que el Tejón nos estaba diciendo; “No habrá magia”. 

Los miembros de Torrenegra no le dan más vueltas a este desgastado pasaje y lo interpretan tal como lo ven. Los estudiosos de Torreblanca discuten esta interpretación pues ellos consideran que había en el pasado un coma después del No que se ha desgastado con el tiempo. Según esta interpretación del pasaje sería “No, habrá magia”.

 El debate de la magia es uno que ha perdurado generaciones y no parece que se vaya a resolver en el futuro próximo.

Sobre la muerte

El mundo funerario y la vida del más allá siempre han formado uno de los pilares de cualquier religión. 

El Melenismo no es una excepción, los textos del Teixónomicon, en el capítulo de la Thanosfora 4:20 el Tejón nos ilumina sobre la vida y la muerte.

 “Y el Tejón dijo F=0 y añadió, la energia ni se crea ni se destruye, solo se tranforma. La masa no es otra cosa que una forma más de energía”. 

Más adelante en el capítulo se nos indica que una vez muerto el difunto se dividirá en dos, en el alma y el cuerpo. 

El componente físico del cuerpo debe ser enterrado con la mínima ropa en una fosa sin recubrir para así poder estar en contacto con la tierra.

 Como la persona en su vida ha cogido nutrientes y comida de la tierra, ahora es el turno de la tierra de recuperar lo que cogió en vida el difunto. 

Una vez la tierra haya absorbido y transformado el difunto en nuevas flores y árboles se puede reproducir el ciclo de la vida. Hasta que la tierra no haya absorbido el cuerpo la alma vagará por el mundo, observando e incluso afectando el mundo de pequeña manera.

Una vez todo el cuerpo sea consumido la alma puede reaparecer en el mundo en la forma de un neonato. Este neonato será la reencarnación del antiguo difunto, el cual conservará todas las memorias de su pasada vida. Como esta reencarnación solo se puede dar si el cuerpo se entierra y conserva es imprescindible que el difunto sea retornado a las tierras sagradas. Si uno muere en batalla se debe recuperar el cadáver y traerlo delante del Gran árbol. En caso de no recuperarse el cuerpo su alma vagará por la eternidad implicando una muerte permanente.

Es por eso que en el Melenismo se pone un gran énfasis en recuperar cadáveres y hacer los ritos funerarios correctos.

De los Xandrianos

El Gobierno

de Xandrios o Xandrian está estructurado en una diarquía, es decir, en dos reyes que gobiernan de manera conjunta y con la misma autoridad y que son los líderes militares permanentes así como sacerdotes de Meles y Xandrios. A su lado está la Gerusia, un consejo integrado por los xandrianos de mayor edad y experiencia cuyo cometido es aconsejar y elegir los reyes, así como administrar las leyes y economía de la ciudad (aunque los reyes tienen la última palabra respecto aprobar o vetar nuevas leyes o propuestas).




La Población

está integrada mayoritariamente por humanos, el resto de razas acostumbran a ser mercaderes, mercenarios y, sobre todo, esclavos.




Socialmente

los xandrianos están divididos en Kréissones (“los Superiores, los de clase superior”), ciudadanos con plenos derechos, y los Enoikói (“los de casa, los que viven con nosotros”), considerados ciudadanos de 2ª que cargan mayores obligaciones y menos privilegios que los Kréissones pero que se consideran gentes libres con derecho a participar del ejército y de las actividades comerciales, así como de tener parte del botín de guerra. Finalmente están los Dóuloi (“esclavos”), considerados propiedad del estado y bajo administración directa de los Kréissones, los diarcas y la Gerusia.




El Carácter

de los Kréissones (y en menor medida los Enoikói) se caracteriza por un poderoso sentimiento de pertenencia a Xandrian, con una ferviente adoración de su glorioso pasado que les hace actuar de manera altanera arrogante y desdeñosa frente culturas “más jóvenes”, aunque según sus propias leyes trataran con el mayor respeto y atención a aquellos extranjeros que se acojan a las antiguas costumbres de hospitalidad xandrianas. Igualmente, por lo general los xandrianos no son contrarios a establecer pactos, comercios y relaciones diplomáticas con otras sociedades, aunque si éstas se revelan contrarias a su religión serán acometidas con fiereza debido a su profunda devoción al panteón meleista.


La Religión

xandriana se fundamenta alrededor del Pino del Mundo, el Xandri o Xandrios, y un sinfín de divinidades lideradas por Meles, el dios Tejón

Xandrianos a Kaleon

 Al oeste de Kaleon, en una península que penetra varias millas en el interior del Mar Cálido, se alza un pino de proporciones colosales. Los habitantes de la zona contaban que leyendas acerca del origen del árbol, de si fue plantado por una divinidad, de si era el eje del mundo. Solamente una cosa estaba clara: la existencia del árbol en la isla precedía al Gran Cataclismo, y lo único tan antiguo como el árbol era una placa de pulida piedra blanca con una inscripción imborrable en la que se leían unas letras desconocidas: 

Πεύκη Ξανδρίου

Durante generaciones, ciudades y civilizaciones emergieron, florecieron y perecieron alrededor del gran pino y su extraña inscripción, hasta que un día todo cambió. Durante los tiempos en que los hombres conocen como La Gran Enfermedad, un marinero rescatado de los restos de un naufragio cerca la península juraba haber visto en mitad de una densa niebla unas extrañas naves delgadas con picos y ojos en la proa y grandes velas cuadradas. Desafortunadamente para los colonos de la ciudad de Vaugeois (los habitantes actuales de la península) nadie se tomó en serio sus palabras… hasta que una flota de dichas naves fondeó por la noche alrededor de la ciudad. De ellas, huestes de guerreros ataviados con armaduras de aspecto arcaico desembarcaron y atacaron sin previo aviso, destruyendo todo a su paso entonando cánticos y gritando “ALALA”. Únicamente capturaron 100 aldeanos, quienes fueron arrastrados hasta llegar al gran pino. 

Allí, y para asombro de los aldeanos, dos de los extranjeros, ataviados con ropajes blancos, estaban arrodillados ante él. Tras una especie de oración, ambos se dieron la vuelta hacia los aterrorizados aldeanos y las tropas reunidas.

• Hace cien generaciones, nuestros antepasados habitaban esta isla, y bajo el auspicio de Xandri- ambos hablan al unísono, señalando al árbol- y Meles, dios de dioses, tuvieron una edad dorada y de prosperidad… hasta la herejía de Efialtes.

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Al mencionar el nombre los guerreros pican sus escudos con sus lanzas.

• ¡El Avatar de Meles fue asesinado por el Impío, y la cólera de los dioses se cernió sobre nosotros! Empujados por su furia nos exiliamos a los confines del mundo y suplicamos su clemencia.- repique de escudos.- ¡y tras cien generaciones se nos dió respuesta! 

Cuatro guerreros se adelantan cargando una especie de arca de oro con piedras preciosas hasta las raíces del árbol, donde la abren solemnemente. Tras unos tensos segundos, un gran tejón blancinegro emerge de su interior, salta al suelo, y después de olfatear a su alrededor, avanza directo hasta la raíz más cercana y empieza a excavar una madriguera para el júbilo de todos los extranjeros. 

• ¡El Avatar de Meles ha regresado a su hogar! ¡La pena contraída ha quedado saldada!- todos los guerreros cantan entusiastas. 

Entonces, ambos señalan a los aldeanos y desenvainan unas ornamentadas dagas rituales.

• Con la sangre derramada de Meles se condenó al pueblo de Xandrian al exilio. Con la sangre derramada de los impíos se celebrará su retorno.- los soldados cojen un par de aldeanos y los llevan ante los líderes. quienes los sujetan sobre el arca y los degüellan, vertiendo su sangre en el arca.- ¡Si el pecado de Efialtes condenó a 100 generaciones al exilio, entonces la sangre de 100 impíos lo expiará! ¡Hecatombe!

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